Blanca Cañamero, profesora de secundaria en el IES María de Molina de Zamora, entrena a sus alumnos en mantener fuerte y elástico el músculo del emprendimiento. Nos lo contó el viernes pasado en el debate Hacer es aprender. Aprender es emprender, organizado por Educacontic.
Me encantó el uso permanente que hixo Blanca del verbo entrenar. Uno entrena lo que ya tiene: sean los abdominales, el equilibrio, la capacidad de observación o cualquier otra cosa. Nadie nace sin ello, lo que ocurre es que si no lo entrenamos, ese músculo se vuelve débil y poco eficaz.
El símbolo del entrenamiento físico ilustra perfectamente el sentido de la educación emprendedora: todos tenemos el músculo, la capacidad de emprender, y siempre podemos ponerlo más en forma.
Sin embargo, creo que hay que ser realista: para algunos el entrenamiento puede resultar más duro, más difícil o más tedioso que para otros. Y, por otro lado, puede ser que no apetezca ejercitar ese músculo y, puestos a escoger, se prefiera entrenar otro o bien tumbarse bajo un pino, cosa que por otro lado, no está mal.
En cualquier caso, moverse y entrenarse siempre es saludable. Como lo hacen los chicos y chicas de Mar de Niebla, en Gijón, jóvenes con imaginación, energía y ganas de aportar mayor calidad de vida a su ciudad. Puro entrenamiento solidario.