CON FUERZA Y EN EQUILIBRIO. APRENDIZAJE-SERVICIO

“…Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende…”                                                                                                                                                                                                                                                                                                 EDUARDO GALEANO

Reflexionando sobre la metáfora del fuego y los tipos de fuegos que Eduardo Galeano nos comparte, me han venido a la mente los grupos territoriales contagiados e implicados con el ApS.

Grupos territoriales que están compuestos por muchos fueguitos (educadores y educadoras de centros educativos, de entidades sociales, administraciones públicas), y que pasan por distintos estados del fuego:

• Un comienzo de fuego loco, llegando a todos los rincones donde el ApS se puede iluminar o empezar a chispear.
• Podemos pasar también una época de fuego donde las brasas se van manteniendo, pero sin coger mucha fuerza, como en un estado de reposo, pero sin dejar que el ApS se apague.
• Volver a pasar por un fuego con muchas ganas, que quien se acerca se vuelve a contagiar con el ApS rápidamente, porque las brasas están ahí, solo hay que alimentarlas y unirlas con otras llamas para crecer y alumbrar.
• Y estabilizarnos con un fuego sereno, asentado, donde el ApS permanece, se consolida en el territorio, y que pase quien pase, el ApS ni se entera.

En La Rioja hemos pasado por distintos estadios del fuego, y ahora estamos en un momento de avivar otra vez este fuego, y en este proceso hay unas llamas que nos hacen arder de nuevo, como pueden ser:

• La llama del reencuentro con entidades sociales. Descubriendo que el ApS está intacto y creciendo, en una época de incertidumbre y de supervivencia donde las entidades sociales son expertas y un espejo donde mirarnos.
• La llama del descubrimiento con los centros educativos. Compartir que el ApS está presente, iniciándose, aclarándose, convirtiéndose, y en estos momentos con ganas de compartirlo con la comunidad.
• La llama del compromiso por parte de las Administraciones Públicas. Con sus iniciativas, apoyos y presencia.
• La llama que aportan otros grupos territoriales. Con sus experiencias, sus recorridos, porque cuando los llamamos para avivarnos ahí están con generosidad compartiendo su tiempo y sus experiencias con nosotras y nosotros.

Este fuego de los grupos territoriales del ApS que estamos alimentado entre todas y todos, tiene: protagonismos, aportaciones, implicación, miradas conjuntas, compromiso, responsabilidades compartidas y encuentros interpersonales, donde todos y todas, teniendo en cuenta las diferencias debemos enfocarnos hacia el bien común.

¿Para qué?

Para respaldar con nuestra forma de mirar, de reflexionar, de sostener, de compartir, de visibilizar e impulsar, la esencia de los proyectos de aprendizaje-servicio que nos llevan a trabajar para transformar nuestra realidad social y educativa a través de alianzas impensables de otra forma, el fomento del compromiso y el capital social.

La motivación que nos lleva a implicarnos en un grupo territorial de aprendizaje-servicio puede ser muy variada, pero nos une que en estos espacios buscamos encontrarnos personas que compartimos una forma de entender la educación y la comunidad que nos rodea en torno al fuego del Aprendizaje-Servicio.

¡Sigamos avivando el fuego una y otra vez!.

                                                                                                                                                                          Cloty López