Los 21 proyectos premiados y los 26 proyectos finalistas en la octava edición de los Premios Aprendizaje-Servicio 2022 revelan un nivel de calidad y solidez creciente en las experiencias que se han presentado a esta convocatoria.
Ésta es una de las buenas noticias que podemos asociar a esta iniciativa. Pero hay más detalles significativos de la convocatoria 2022 a los que vale la pena prestar atención:
- Este año hemos incorporado tres nuevos premios: Donación de Sangre y Tejidos, Calidad en los proyectos ApS de la Formación Profesional y Aprendizaje-servicio en la Educación no formal.
- Hemos estrenado y difundido la guía Cuéntanos tu proyecto ApS, una herramienta para ayudar a los centros y entidades sociales a presentar su proyecto por escrito y también oralmente.
- Han sido mayoría esta vez los proyectos premiados en el nivel de Infantil y Primaria, en una proporción respecto a Secundaria y FP de 8-6-6.
- Aunque tenemos dos premios específicos sobre medio ambiente y sobre educación ambiental, la preocupación por el cuidado del entorno ha estado muy presente y transversal en muchos proyectos, independientemente del premio al que se han presentado (protección y defensa de espacios naturales, fomento del civismo en los entornos urbanos, recuperación de especies protegidas… )
- También ha destacado de manera transversal la preocupación por la salud (cáncer, neonatos, Alzheimer, mala alimentación…) y por la inclusión de las personas vulnerables (discapacidad motriz, discapacidad intelectual, menores no acompañados, déficit de accesibilidad de las ciudades… )
- Una vez más, los proyectos finalistas han resultado de altísima calidad. Si pudiéramos entregar 50 premios, podríamos hacerlo sin parpadear. Por esta razón invitamos cada año a centros y entidades a volver a presentar los proyectos finalistas y aceptamos en las bases proyectos de dos cursos académicos.
Por otro lado, tenemos unos cuantos retos pendientes y tomamos nota para irlos resolviendo:
- Todavía se presentan pocos proyectos impulsados directamente por entidades sociales. Éstas intervienen y mucho como socias o colaboradoras de los centros educativos, pero parecería que no acaban de identificarse como posibles impulsoras directas de los proyectos.
- Aunque ha aumentado la participación, todavía contamos con pocos proyectos de fomento de la lectura. Deberíamos analizar por qué y, en cualquier caso, buscar estímulos para este tipo de proyectos, ya que la competencia lectora es uno de los desafíos más importantes que tenemos en la educación y el aprendizaje-servicio puede ser una buena herramienta para afrontarlo.
- Nos falta profundizar en la valoración del impacto social que tienen los proyectos en su entorno. Así como mejora cada año la evaluación de los aprendizajes alcanzados por los chicos y las chicas, no avanzamos tanto en medir los resultados del servicio a la comunidad, siendo éste el elemento singular del aprendizaje-servicio.
Más allá del merecidísimo reconocimiento a los proyectos premiados y finalistas, la iniciativa de los premios funciona como motor de difusión del aprendizaje-servicio y estimula la calidad educativa y social de las actuaciones de niñas, niños y jóvenes.
Por eso desde la Red Española de Aprendizaje-Servicio y la Fundación Edebé también queremos mostrar nuestro agradecimiento a las instituciones, empresas y entidades sociales que nos apoyan apadrinando los premios:
DKV Seguros, Fundación la Caixa, CENEAM (Ministerio de la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), OEI (Organización de Estados Iberoamericanos), Fundación Ana Bella, Mullor S.A, Educo, Plena Inclusión, Torresco, Esemtia, Fundación Princesa de Girona, Esade, Arci Nature, ACES-Andalucía y Ayuntamiento de Sevilla.
Para tener una visión resumida y global de los proyectos, aquí tenemos este documento: