El viernes 17 de diciembre celebramos nuestro XIV Encuentro  Estatal de Aprendizaje-Servicio y disfrutamos de un regalo muy especial: la lección magistral de Adela Cortina Universalizar la excelencia y educar en la compasión, a quien podemos ver y escuchar en este vídeo del Encuentro a partir del minuto 1:00:23.

A Adela no le preocupa meter el bisturí filosófico en los conceptos controvertidos y escogió un tándem realmente maldito, dos palabras secuestradas y desvirtuadas: excelencia y compasión.

Resumimos aquí algunas de las reflexiones de nuestra querida filósofa:

Para muchos, la excelencia se entiende bajo el enfoque neoliberal que la atribuye a una élite, a unos pocos, la excelencia de quien se cree superior a los demás, la de quienes compiten sin descanso unos con otros. La excelencia que genera adversarios y no aliados.

Pero no es es ése el concepto de excelencia que nos interesa, sino el que va ligado a aportar al bien común, que implica que cada uno compite consigo mismo para sacar lo mejor de sí mismo. En el mundo griego, la persona «virtuosa» era precisamente la que era excelente para los demás.

Necesitamos rescatar el concepto de excelencia y dotarlo de sentido social y comunitario, porque no se construye una democracia ni un mundo mejor con gente negligente y mediocre. Todos podemos y debemos ser excelentes.

La excelencia debe unirse a la compasión, otra palabra maldita, un concepto todavía hoy injustamente desprestigiado entre determinados sectores educativos y sociales, al asimilarlo con ligereza a la caridad más rancia.

Parece más moderno y asimilable el concepto de empatía y, sin embargo, este concepto se queda corto. Empatía es la capacidad de saber cómo se sienten los demás, por ello un verdugo puede ser tremendamente empático, ponerse en el lugar de la víctima y entender lo que le puede hacer más daño para infringírselo.

La compasión, en cambio, posibilita ponerse en el lugar del otro en el sufrimiento y en la alegría: en el sufrimiento para ayudar a superarlo y en la alegría, para sentirse feliz con la alegría del otro.

Por tanto, la compasión es una mezcla de empatía y compromiso con el bienestar de los demás.

Podemos batir cada día nuestro propio récord en compasión, podemos ser excelentes en compasión. No son conceptos opuestos, sino que, cuando van unidos amplifican su sentido.

Adela Cortina acabó su breve ponencia felicitando a los centros educativos y entidades sociales premiadas y animándonos a continuar contagiando esa energía positiva de excelencia y compasión que es el aprendizaje-servicio.

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Aprendizaje-Servicio

Aprender haciendo un servicio a la comunidad.
En este apartado encontrarás información, aclaraciones, reflexiones, bibliografía, experiencias, vídeos y diversos documentos que te ayudarán a profundizar en el concepto de aprendizaje-servicio.

*Los contenidos que siguen proceden de la web www.roserbatlle.net

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