¿Qué se está moviendo?
El descubrimiento en España del aprendizaje-servicio es relativamente reciente. Se empieza a hablar de aprendizaje-servicio en el 2003-2004, aunque las prácticas solidarias de los centros educativos y las entidades sociales tienen una larga tradición en nuestro país.
Podemos enumerar algunos espacios donde florecen y se desarrollan estas iniciativas: centros educativos de primaria, secundaria y formación profesional; entidades sociales; movimientos juveniles y de educación del tiempo libre; universidades; educación especial; inserción social de personas adultas en riesgo de exclusión… ¡me parece que no me dejo ninguno!
Muchas veces, estas prácticas solidarias arraigadas suman objetivos de aprendizaje a los objetivos de servicio a la comunidad, pero no se bautizan ni se reconocen como prácticas de aprendizaje-servicio.
Otras veces, las prácticas solidarias se llevan a cabo sin ninguna vinculación curricular o sin un objetivo formativo muy preciso. Se trata más bien de experiencias de voluntariado, valiosas en sí mismas. No son propiamente aprendizaje-servicio, porque les falta el componente del aprendizaje intencional, pero sin duda son una buena base, un terreno abonado.
A día de hoy nadie sabe cuántas escuelas, universidades o entidades sociales practican el aprendizaje-servicio en este país. A menos que en este momento haya alguna investigación en marcha que yo desconozco -cosa perfectamente posible-, es difícil aventurar el alcance de la extensión natural y espontánea que está ocurriendo, como suele pasar con todas las propuestas educativas que son exitosas, fáciles y valiosas, pero no obligatorias.
Ahora bien, si eres un amante de poner numeritos a todo lo que se mueve, en este artículo tienes algunas cifras: ¿Pero cuantos hay que…?
Y… ¿cuál es el impacto actual? En el documento Panorama del Aprendizaje-Servicio en España 2018 encontrarás una visión de conjunto del desarrollo territorial y sectorial actual.
Legislación
Los textos legales de ámbito estatal que hoy por hoy incorporan el aprendizaje-servicio son:
- En el sector de la Educación Superior: Real Decreto 1791/2010, de 30 de diciembre, del Estatuto del Estudiante Universitario. Capítulo XIV. De las actividades de participación social y cooperación al desarrollo de los estudiantes. Artículo 64. Principios generales.
- En el sector del Voluntariado: Ley de Voluntariado 45/2015, de 14 de octubre, 2015. Artículo 6: Ámbitos de actuación del voluntariado.
Premisas en la difusión del ApS en España
El proyecto de difusión en España del aprendizaje-servicio se basa en una construcción de abajo a arriba, y no de arriba a abajo, procurando que el sector educativo y social no interprete el ApS como un invento sofisticado ajeno a su cultura, sino como un descubrimiento y un poner en valor buenas prácticas que ya se vienen desarrollando, aunque sin este nombre, o sin explotar a fondo las posibilidades del vínculo entre el aprendizaje curricular y el servicio a la comunidad.
La estrategia ha consistido, desde el comienzo, en colocar el ApS en el corazón de las organizaciones ya existentes en cada territorio o Comunidad Autónoma, estimulando que lo identifiquen como útil para sus fines y que encuentren sentido en unir esfuerzos y coordinarse con otros agentes de su entorno para promoverlo más allá de su propio ámbito de actuación.
Resumiendo un poco, la manera como se está difundiendo el aprendizaje-servicio se basa en estas tres premisas:
- Territorio: Trabajar sobre la base de lo que ya existe y es valioso, favoreciendo que cada territorio trace su propia estrategia de implantación.
- Pluralismo: Reunir en cada territorio una pequeña red plural de agentes educativos multiplicadores dispuestos a explorar el APS, y liderados por una organización con legitimidad y reconocimiento social.
- Intercambio: Favorecer el intercambio de recursos, métodos y conocimiento entre las diferentes iniciativas territoriales.
Esta difusión ha contado con el apoyo de Ashoka desde enero del 2009.